miércoles, 19 de febrero de 2014

Capítulo 2. Que me dejeh

Las mujeres tenemos un sexto sentido, es leey de vida.



No sé como ni por qué, pero en un abrir y cerrar de ojos, en cero coma, en menos que canta un gallo, estábamos los cuatro bailando... Javi, John, Daniela y yo. Nosotras bailando y ellos dando palmas tan felices.(Normal, solo hay que vernos.)
Me sentía muy incomoda y tal, pero lo gracioso fue cuando empezó otra canción y Javi se llevó a Daniela para bailar ellos dos solos. Fue como NNNNOOOOOOO DANIEEEEELAAAA *voz monstruosa a cámara lenta* nos quedamos John y yo quietos sin saber que hacer, sin hablarnos ni mirarnos, hasta que asoma Javi la cabeza y grita: -¡Pero cógela!

Y me cogió señores, me cogió. Empezamos a bailar y a cantar.<<Vaya bribón aquí el amigo, como le he cazado jej>>
Mi cara, la cara que tenía al bailar con él... parecía que me estaban dando clase de historia en vez de estar de fiesta, no porque John no me gustara, si no porque yo ya estaba feliz con Jorge y esas cositas de la vida.

El simpático Javi estaba muy enérgico esa noche, y tuvimos una charla, todos menos John, a saber en que estaría pensando...
-¡Vamos a dar una vuelta!
<<JAAAAAAAAAAAAJAAA>> -No.
-¿Por?
-Porque no.Jiji. 
(Daniela empieza a poner cara de tristeza)
-Tía, venga por favor.
-¿Y qué pasa con Jorge?
-Bueno... como quieras...
La idea de Javi era dar una vuelta ''de amigos'' los cuatro.(No se lo cree ni él.) Y yo, como soy tan buena siempre y Daniela era mi mejor amiga, pues dije venga, no pasa nada, si se me lanza le hago la cobra y fin.

Javi tenía novia, y ella unos cuernos de aquí a Japón.Todo el pueblo lo sabía. Eran los típicos guaperas capullos que no les importa ninguna chica. Aunque algunos eran peor que otros.
John y yo empezamos a hablar de muchas cosas, hasta de Jorge,y de liarnos, me hacia caricias en el hombro y yo le quería matar. 

Ese hombre era peor que una lapa, no había manera de que me dejara en paz, ya no sabía que más hacer, hubiera estado bien un spray de pimienta.


Quería que acabara ya esa noche, quería salir corriendo o rodar cual croqueta y chillar como una histérica, pero no, tenía que resistirme, lo bueno era que quedaba poco para que acabase todo aquelloAH NO, SI RESULTÓ QUE FUE EL COMIENZO DE TODO. 

El padre de Daniela nos estaba esperando, gracias a Dios, me despedí de John con un adiós y un movimiento de cabeza y nos fuimos corriendo a la rotonda.




No hay comentarios:

Publicar un comentario