Capítulo 4. Nerviosa o k ase

Oscuridad, no veía ni un pimiento. Me había tapado los ojos por detrás. <<Hola, que es esto, ¿una película? el pivón yendo detrás de la tonta que no conoce ni el tato y al saludarla la tapa la cara, ok.>>

-¿Quién soy?

-Un idiota.-Quita sus manos de mi cara y nos saluda. Estaba más roja que un tomate y mi voz no era mi voz normal, estaba tan nerviosa que no sabía ni en que posición estar, estuvimos cinco minutos ''hablando'', al irse Cristina y Daniela empezaron a decirme que estaba super roja y yo como Ah no me digas.

El resto de la tarde la pasé hablando con las chicas sobre lo ocurrido. Me había parecido algo tan genial lo que hizo.

Pasaron varios días, y Jorge y yo, preferimos tomarnos un tiempo porque las cosas ya no eran como antes.

Seguro que cuando John se entero empezó a bailar la conga en su casa con su hermano, seeguro.

Hablando un día con él me dijo de quedar un día Daniela, Javi él y yo y decidí aceptar. 

Cuando se lo conté a Daniela empezó a saltar de alegría.

-¡HAAAAY TIAAAA! TÚ,JOHN, JAVI Y YO. MEJORES AMIGAS Y HERMANOS, ¿NO ES GENIAL? 

Parecía una histérica, suspiraba de felicidad y empezaba a  bailar cual loca enamorada. La verdad, sí, era bastante bonito. Mejores amigas y hermanos.

LLEGÓ EL DÍA TAN ESPERADO POR NOSOTRAS. VAYA PAYASAS. UNO DE LOS DÍAS MÁS PENOSOS DE MI VIDA.

Estaba en casa de Daniela, preparándonos, me estaba maquillando, Daniela ya estaba preparada.

-Voy a hacer pis, ¡que estoy muy nerviosa!

Empecé a plancharme el pelo, o por lo menos a intentarlo, no tenía mucha practica con esas cosas la verdad. ¡Quedaban 20 minutos para que llegarán! Ay Dios, que nervios más tontos. Me dolía la tripa y todo. NO, no eran gases. Daniela me ayudó a alisarme el pelo un poco, al final le cogí el truco y lo hice yo sola mientras ella volvió a mear otra vez, y otra vez, y otra. Sí, estaba nerviosa.

Me envía John un mensaje *Ya estamos aquí, donde estáis?*

¿¡HOLA!? PERO SI QUEDAN AUN SIETE MINUTOS COMO ES POSIBLE QUE ESTÉN YA AHÍ QUE IMPACIENTES LA VIRGEN. Me puse como una histérica, al igual que Daniela, John y Javi estaban más histéricos, porque no paraban de enviarnos mensajes.

*¿Cuánto os falta?

*Daros prisa.

*¿Os queda mucho? Veeenga.

Nos estaban esperando al final de la calle en una esquina. Daniela y yo salimos despacito para visualizar bien su posición. Nos paramos detrás de un coche.

-Tía creo que les he visto, vamos.

-Tú primero.

-Ayy, no, tú que me da verguenza.

-Venga tía tú primero. *Risas varias*

Al final decidimos salir las dos a la vez (porque pensamos que nos había visto ahí paradas si no ni salimos.)

Ahí estaban, vaya pivones, uno con la bicicleta y el otro sentado en una roca. Ay mai. Mientras nos acercábamos a ellos nos pusimos a hablar por lo bajini y sin apenas mover la boca para que no se notara que estábamos hablando. (Nuestra listeza, que asombra.)

Por fin, les saludamos. Nos iban a llevar a la pezado mansión de Javi, a su gigantesca terraza.
Vaya caminito señores, nosotras hablando entre nosotras suuper bajo y ellos se hablaban de vez en cuando.
Hacía un calor horrible. Se me secaba la boca y no me salía la voz. VIVAH.
<<No puede ser joder, no>> John intentaba sacar tema, o mejor, que sacáramos tema nosotras, cosa que no íbamos a hacer obviamente.

Genial, Javi tenía unos perros enormes, preciosos, pero enormes al fin y al cabo. Entramos cagadísimas en su casa. Javi entro dentro a por bebida y tal. Nosotros tres nos quedamos en la terraza ''hablando.''
Daniela se escondía de los perros detrás mía mientras chillaba silenciosamente. John se meaba de la risa.
AAAAAAAAAH NOOOO.  UNO DE SUS PERROS EMPEZÓ A OLERME EL CULO.  ¡OYE TÚ, FUERA, ATRÁS!

Cuando por fin salió Javi nos sentamos en unas sillas debajo de una pérgola. Daniela se sentó al lado de Javi, y yo, bueno, a tres metros de John.
-Pobrecito mi hermano, Nuria, siéntate cerca suyo.
-Hasta el perro me quiere más que tú, ains...
Me quedé loca. - Que venga él...
En ese mismo instante cogió la silla y se pegó tan cerca mía que casi puso su silla encima de la mía.